Escrito por Juan José Vásquez
el Tue Feb 06 2018
Hay algo robótico, tanto que bordea el valle extraño haciendo más pequeña la distancia entre humano y creaciones tecnológicas en las producciones de PC Music. Charli XCX después de saltar a la fama con Boom Clap y Break the Rules decidió que era hora de darle un poco de frescura al pop. Y se agradece, por cada Camila Cabello que aparece en la radio, Charli logra mantener el género atractivo para los que se encuentran fuera de esos lugares comunes, llegando al lado del colectivo británico para producir un segundo mixtape.
Volviendo a la idea de robótica, la voz de la británica está recargada de auto tune, haciéndola pasar por una especie de femme fatale robótica. Además, adoptó la ética de trabajo de Kanye West: reunir grandes productores y trabajar a sus capacidades. Es un acercamiento prematuro a lo que podrían ser los robots en unos años más, necesitan de otros para hacerlos funcionar a mejor capacidad, y eso es lo que Charli XCX hace en Pop 2, por más extraño que suene.
Su imagen cambió por completo: Ya no hay sombra de ojos, solo tonos claros o de lleno negros. Con mucho tornasol de fondo y fuentes futuristas desde la primera impresión ya hay un aire bastante singular, el límite del valle extraño se va reduciendo.
Es robot femenino con conciencia, en «˜Femmebot»™ nos lo hace saber, está consciente de su rol dentro del género pop y se presentar como una mejora significativa con relación a todo el pop radial de 2018. En el caso de «˜Delicious»™ el auto tune es como terciopelo al oído: se desliza sabiendo lo que es y no le importa lo hace bien. Abre el paso para el breakdown del beat, para la entrada a la conciencia del robot y luego pasa el micrófono a Tommy Cash, esa excéntrico y inusual rapero estonio de moda. Y ambos se complementan.
La fábrica detrás de Pop 2 está dada por el productor A.G Cook unido al amplio espectro de sonidos recopilados para el mixtape de Charli XCX. Hay influencias de Aqua, Yasukata Nakata, Crystal Castles, Metro Boomin en los beats, Migos en los versos y un poco de Travis Scott. El resultado es un mixtape con las suficientes licencias creativas para dar con 10 tracks que bordean la línea a la que nos acercamos como raza: ¿Seremos capaces de diferenciar entre humanos y robots?, ¿Estamos preparados para aceptar los sentimientos de nuestras propias creaciones, ¿Acaso no aprendimos nada de Philip K. Dick?